jueves, 19 de febrero de 2015

Libres de la amargura

Renunciando a las raíces de amargura

Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados. Hebreos.12.15


Amargura; pilkria, palabra griega que significa; punzante, específicamente veneno, atravesar, perforar, amargo.

Es decir que una persona con amargura en su corazón, literalmente destila veneno, perfora el alma de las personas con sus palabras, es punzante como un cuchillo, y sobre todo su sabor es amargo.

Una persona herida tiene raíces de amargura que quizás no sabe y las manifiesta:
·        Las palabras que brotan de un corazón enfermo, generalmente causan un daño irreparable…..por ejemplo una madre que descarga su dolor y frustración sobre sus hijitos, de seguro que atrofiara la autoestima de estos. Son hijos con traumas: temeroso, inseguro o violento… (anécdota de los clavos y luego sacarlos) perforamos el corazón de los demás
·         Un árbol crece según la tierra y el abono, lo que recibimos damos… que aguas te alimentaron? con que agua alimentas a los que contigo están?

·         Éxodo 15:22-27 aguas amargas,

El agua amarga de Mara

22 E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua.
23 Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.[a]
24 Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?
25 Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó;
26 y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.
27 Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y acamparon allí junto a las aguas.

     El árbol ahora es Jesus, somos probados en nuestras amarguras a ver si somos capaces de entregárselas a El y dejar que endulce nuestro corazón, promete llevarnos a un refugio donde haya Paz y provisión para cada área de nuestra vida…

·         No seamos sabios en nuestra propia opinión analicémonos como actuamos, como enfrentamos los problemas y si somos capaces de dejarnos dirigir por el Señor y dejar de martillar a los demás con nuestros clavos de amargura.
Cuando agarramos muchos clavos y los martillamos sobre una madera y luego vamos los sacamos, podemos ver como los clavos dejan un hueco en aquella superficie: así somos nosotros cuando o herimos o estamos cuando nos han herido a nosotros.
Pues dejemos de marcar y dejar mala huella en los demás por causa de las malas huellas que otros han dejando en nuestro corazón.

·         Preguntemosno voy a continuar mi vida asi siendo infeliz y destruyendo a los demás por causa de las heridas que me han hecho, o mejor decido renunciar al dolor y disfrutar de la nueva vida que Cristo me da.

·         No dejes de alcanzar la Gracia de Dios por causa de tus amarguras, no deseches el don que te dio, esa raíz es un estorbo entre Dios y tu...

·         Estas son algunas raíces que se encuentran en el corazón de una persona  con amargura: La falta de perdón, celos, orgullo, egoísmo, hipocresía, envidia, ira, enojo, blasfemia, palabras deshonestas, pleitos, griterías, maledicencia, murmuración, queja, venganza, depresión, mal agradecimiento,  etc.…. y déjame decirte que entre más tiempo lleven dentro del corazón, sus raíces son más profundas…..

Conclusión:
Todos tenemos un pasado, y en ese pasado muchas veces hemos vivido momentos tristes, experiencias dolorosas, hechos traumáticos, maltrato verbal... No podemos cambiar el pasado pero podemos transformarlo en una experiencia valiosa para nuestro presente.
En ocasiones, muchos de nosotros no hablamos lo que realmente pensamos, sino que nuestras heridas son las protagonistas de todo lo que expresamos. Pero, ¿cómo se detectan las heridas emocionales para evitarlo? Identifícalas por estas acciones:
·         Somos agresivos con los demás
·         Causamos dolor al otro, con ofensas, malas caras, insultos, devaluaciones
·         Perdemos el autocontrol y decimos palabras hirientes lastimando nuestra relación con el otro
·         Nos cerramos puertas por ser groseros
Si esto nos está ocurriendo, sin duda, están hablando nuestras heridas emocionales por nosotros. Así que es necesario destaparla y sacar el veneno aunque duela. Remover lo acumulado y permitir que, aunque creamos que no hay medicina que cure nuestro dolor, dejar que Cristo nos sane y permitir que otra persona nos ayude, son claves para superar el dolor.

Renunciemos a toda herida que ha dejado raíces profundas de amargura en nuestro corazón, seamos libres del dolor y no hiramos a mas nadie.



Ya es Tiempo de renunciar y romper con toas las raíces de amargura que te tienen anclado y no te dejan avanzar hacia lo nuevo que Dios tiene Para ti...